Hervir cualquier alimento, como verduras o legumbres, parece fácil, pero para que el resultado sea satisfactorio hay que tener en cuenta algunas técnicas, ya que una mala cocción puede acabar con las vitaminas.
¿Los sumergimos en agua caliente o en agua fría?
Aquí hay algunos consejillos para determinados alimentos.
AGUA FRÍA:
Zanahorias: Al sumergirlas en agua fría, se cuecen de manera más uniforme, y quedan tiernas en la zona central.
Patatas: La cocción es más uniforme si se introducen desde el principio en agua fría, ya que así la pulpa queda más blanda y la piel no se rompe.
Carne: Al cocer directamente en agua fría, la carne va pasando poco a poco sus jugos al agua, y el caldo resulta más sabroso y rico.
Pescados enteros: Si el pescado se introduce en el agua fría, la cocción es más homogénea, incluso la cercana a la espina central.
Legumbres: Se introducen en agua fría, y se ponen a fuego lento, porque así la piel no queda dura y no se rompe. Igualmente, y por el mismo motivo, es conveniente salarlas al final de la cocción.
Huevos: Lo mejor es echarlos en agua fría, con un puñado de sal. Esto es para que no le salgan grietas al huevo. Se dejan cocer unos diez minutos a partir de que el agua comienza a hervir, y luego se pasan por agua fría.
AGUA HIRVIENDO:
Judías verdes: Si se cuecen en agua hirviendo conservan mejor el color y el sabor, y no pierden minerales y vitaminas. Taparlas durante la cocción para que no se oscurezcan.
Pescados fileteados: En agua hirviendo, para que la carne quede más sabrona y no se seque.
Gambas: Cocerlas en agua hirviendo para que no se dispersen los jugos y queden más sabrosas. En el agua se puede echar algunas especias. Yo suelo echarle una hoja de laurel.
Alcachofas: Al echarlas en el agua hirviendo, se oscurecen menos y las hojas quedan menos fibrosas.
Pasta: Siempre se cuece en agua hirviendo (1 l. de agua por cada 100 gramos), con un poco de aceite de oliva y un puñado de sal -cuando comience a hervir el agua.
Verduras de hojas verdes: Si se cuecen en agua hirviendo, quedan más brillantes , por que la clorofila no se dispersa en el agua. La sal se debe echar al final de la cocción.
Arroz: Se debe hervir en un cacharro con el doble de agua que de arroz. Echarlo en agua hirviendo con sal.
NOTA:
El agua de cocer las verduras, no la tires, ya que está llena de vitaminas y otros nutrientes. Se puede utilizar para sopas, caldos, salsas, etc.
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