- 4 huevos grandes, o seis más pequeños,
- Un puñado de almendras (de 10 a 12),
- Dos dientes de ajo si son grandes, o tres pequeños,
- Dos rebanadas de pan del día anterior
- Un vasito de agua, 1/2 de vino blanco,
- La cuarta parte de una cucharita de postre de comino,
- Un poco de sal y pimienta,
- Seis cucharadas de harina, aproximadamente,
- Unas ramas de perejil, un poco de colorante (cúrcuma, azafrán molido)
¿Cómo prepararlo?
- Cuece los huevos en agua con un puñado de sal, o unas gotas de vinagre. Cuando el agua empiece a hervir, retira y pasa por agua fría,
- Cuando hayan enfriado, pela y parte por la mitad.
- En un plato hondo echa la harina, y pasa la mitad de los huevos (la parte de la yema) por la misma. Fríe en una sartén con el aceite bien caliente, hasta que estén dorados.
- Retira y deja sobre papel de cocina, para que absorba la grasa.
- Mientras, en el mismo aceite, fríe los ajos, las rebanadas de pan, y las almendras. Saca y pasa por una batidora con el vino.
- En una cazuela echa el agua, los huevos, y lo que has batido.
- Deja hervir unos minutos. Añade la sal, pimienta (poca), el comino y el colorante. Prueba de sal y añade si hiciera falta, según tus gustos.
- ¡Y listo!
